Aunque en Pamplona lucía el sol y me tentaba pasear toda la mañana, volví -en Sevilla me encantó y encima ganó- a ver La academia de las musas. Tenía ganas de escuchar a Guerin (aunque yo no sabía que en la sesión matutina no contariamos con él porque se decidió posponerlo) y además quería saber qué opinaba el resto de la película (hace un mes fue Lutxi con una amiga a verla y esta última se durmió). Paco, Mabi y Txuspo se quedaron impresionados, para bien. Yo contenta de que les gustara porque hay quien salía medio cabreado (Mirian se encontró por la calle con un amigo indignado). Paco, que decía que nunca hubiera entrado a una película que contuviera la palabra «musa» en su título si no fuera porque la firmaba Guerin, resaltó la calidad de los diálogos. La palabra convenció. Por la tarde, en el turno de preguntas, se aclararon muchas dudas sobre cómo estaba construida esta ficción y quienes la inciciaron.
2 comentarios:
Pues ya me contarás cosillas sobre ella.
Voy a escribir una entrada con alguna nota, aunque te aviso… ¡Pero que cuento tiene Guerín!¡Encantador de serpientes!
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