martes, 28 de noviembre de 2017

Entre patines

Jóvenes adolescentes, descubriendo la vida como pueden atrapadas entre familia y competición. Una película cercana en muchos momentos al documental. Dice mucho más sobre nuestra sociedad que muchas obras consagradas por su tono conceptual.

jueves, 16 de noviembre de 2017

No hay metros suficientes

Una familia vive en un espacio donde todo no entra. Un documental agobiante que tiene su interés si tú tienes tanta paciencia como la madre.


Lugares que son más atractivos cuando están vacíos

Lo primero que leemos sobre Balnearios es que el término en Argentina se usa para designar emplazamientos vacacionales, no de reposo, como aquí. Vamos con ganas a verla, seguramente por el título. Teniendo en cuenta que es un documental y que es de un director aclamado por Historias extraordinarias (queno conocemos) pensamos ver algo «diferente» como mínimo. Y nos gusta pero hay partes que se nos hacen largas y repetitivas. El artista del final nos cansa pero admiramos sus pinturas (tengo que buscar de quién son). Encuentro, cuando busco imágenes, en Internet las esculturas y el autor pero, aunque los bocetos estén más logrados que como aparecen en la historia, casi acabas odiándolas. Prefiero el primer capítulo con su trama de engaños en la que edificio se convierte casi en cárcel.
Lo mejor fue escuchar al director. Nadie hizo preguntas muy interesantes pero fue un placer de todos modos.





miércoles, 8 de noviembre de 2017

La importancia del encuadre

Aunque suene impostado, tengo que decir que nada más empezar a ver Juan Moreira nos dimos cuenta de que íbamos a ver algo casi místico. Así fue. Y eso es decir mucho cuando no te enteras en absoluto de los tejemanejes políticos en la argentina del siglo XIX. Pero es que ya al comienzo de la película hay un plano de la viuda recibiendo el pésame que es razón suficiente para entrar a una sala de cine. Así que ahora leo sobre su director, Leonardo Favio, bastante sorprendida por su trayectoria peronista (sigo sin enterarme de los vaivenes políticos, aunque sean del siglo XX) y su profesión paralela: cantante melódico. El caso es que la vida del gaucho me da bastante lo mismo pero me meto en ella si me la cuentan con ese estilo teatral, esa música, esas frases, esas duras sombras en los rostros… ¡Épica pura!


martes, 7 de noviembre de 2017

Misterios

Hace ya más de 2 semanas que volvimos del Ouff y todavía comentamos lo acogedor que es el festival y lo bonito que es Ourense. Aunque hace tiempo que no tenemos por costumbre acudir a las galas de inauguración porque suelen ser muy aburridas, allí fuimos (hasta Luis estuvo) con la sensación de que así lo viviríamos un poco más porque con lo poco que íbamos a estar a lo mejor merecía la pena apuntarse a todo (dice Ester que las galas están bien para enterarse de muchos detalles). Por suerte no fue larga ni pesada (además gratuita). Trinta lumes es la película que se presentaba, con mucha emoción por parte de la autora, Diana Toucedo, mostrando la belleza de la naturaleza de El Courel. A pesar de la buena interpretación de la adolescente y de lo que disfrutamos mi hermana (que se perdió de pequeña también) y yo con las escenas de la vida rural -mostrando costumbres que conocemos- no nos convenció del todo. El tema del supuesto misterio no sé si está resuelto para la autora, para nosotras no. Tampoco tengo claro si todavía está terminado el montaje de este interesante proyecto. En cualquier caso, mereció la pena.


Grande


PIQUINU from SONIA FERNÁNDEZ on Vimeo.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Infidelidades

Un poco más de lo mismo, pero diferente, en The Day After. Ideal para quienes, como yo, somos incondicionales de las borracheras y la sencillez (aunque sus historias a veces son difíciles de seguir) de Hong Sang-soo.


Brutalidad

Violencia, violencia y más violencia. No sé si he encontrado sentido a You Were Never Really Here, desde luego la ternura de la que hablan la directora y la crítica no era nada explícita.


De época

Licht me impresionó esteticamente. También atrae mi atención la anécdota en la que se basa la historia para mostranos los intringulis de la economía y la vida social en un mundo donde, como en todos, había que seguir el orden establecido para conseguir algo. Pero todo es escenografía, pelucas, música y polvos blancos, no hay «corazón».




¿Arte?

No siempre es fácil hacer chistes sobre la vida actual y que tengan gracia. Östlund muestra nuestras reacciones absurdas antes ciertos acontecimientos, en parte como en su anterior película Fuerza mayor. En principio el mundo vanal que rodea el arte contemporáneo se lo pone en bandeja pero el conjunto es confuso y en parte ridículo.


Adoptar es comprar

Mucho fallo de guión en esta historia que ganó precisamente esa categoría en Donostia. Interesante y polémico tema pero eso de que la protagonista tenga que ser tan poco cabal… ¿No llega al ridículo? Quizás la realidad lo sea todavía más pero me gustan las tramas y los personajes más contenidos.


Buscarse la vida

La verdad es que Alanis está muy bien contada, es realista (o eso presupongo) y muestra la cruda (soledad, competencia, clientes…) realidad de la puta que puede ejercer su trabajo pero no tiene dónde. A pesar de eso, o porque ya nos lo han contado varias veces y el día que la vi estaba agotada ya, me dejó fría.




lunes, 9 de octubre de 2017

Sencillez

Visages, villages no es un gran documental, es algo especial, entrañable. Un bonito proyecto. La sesión, con la presencia de la directora, fue muy emotiva. La verdad es que no conozco apenas su cine pero me conquistó hace tiempo con Los espigadores y la espigadora. Ahora tengo pendientes el resto de sus películas.


Espectadora solitaria

Con bastante sueño fuí a ver la obra de Eric Baudelaire en Tabakalera. Tuve que parar a pesar de que la exposición era interesante (aunque el proyector de diapositivas «molestaba» bastante pegado a una de las zonas «de cine») y salir a tomar un café. Volví para la proyección del segundo documental que veo de este autor. Es más soso, más evidente, menos intenso, que Letters to Max, pero sus imágenes -en parte intercambiables- son también dolorosamente poéticas. Fuera hacía sol, uno de los motivos, no creo que el principal, para que no hubiera nadie.


Also Known As Jihadi - Eric Baudelaire - 2017 - Teaser from Eric Baudelaire on Vimeo.

Adaptación sin brillo

Escogí La douleur porque en otros tiempos disfrutaba mucho leyendo a Marguerite Duras. No sabía que trataba un momento importante de su vida. Ahora sé un poco sobre lo que se ha escrito, desde distintas partes, sobre las curiosas relaciones que se establecieron y que en la película se intuyen. Se ha alabado la interpretación de su protagonista pero para mí el fallo estaba ahí precisamente. No me «cuadraba» con mi imagen preconcebida, posiblemente muy inexacta, de la escritora. No sentí esa intensidad de la que hablan. Me pareció acertado el desdoblamiento del personaje, las realidades paralelas, lo imaginado, lo escrito, lo olvidado.


domingo, 8 de octubre de 2017

Disfrutando el triunfo del amor

La historia tierna que fue premiada en Berlín, On Body and Soul, se me hizo un poco increíble. Así que la poética quedó oscurecida por un reparto inadecuado. Además la premisa de que nadie, o al menos su enamorado, en el matadero «comprenda» a la protagonista me confundió.


miércoles, 4 de octubre de 2017

Juegos de espías

Demonios tus ojos tiene chispa. Oí comentarios que decían lo contrario, claro, que era una sosedad. Juzgen ustedes si es lo suficientemente inquietante o no.


Difícil relación entre padre e hijo

Temporada de caza me conmovió.




Miedo

Como he leído aquí, la francesa Jusqu'a la garde empieza como un documental casi. No cuento más porque sería destriparla y el título ya dice bastante. Bien hecha aunque, por desgracia, no nos muestra nada que no sepamos. Supongo que ha ganado el Premio del Público a la mejor película europea en Donosti por lo que puede tener de denuncia de la realidad que viven muchas familias. El director pretende sensibilizarnos.


Impresionante

Me parece una maravilla el trabajo de Fran Walter. Todavía estoy impactada después de ver sus pinturas en directo en la Biennale.


Aburrida

La peor y la menos original de Mitre.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Pasión por escribir

Interesante este futuro, presente ya, éxito cinematográfico que es El autor. Juego entre realidad y ficción a la manera de En la casa. Público entregado, con muchas risas, en una sala llena el sábado pasado a las 9 de la mañana. Me decepcionó un poco estéticamente (me pareció más elegante Canibal) y, aunque las interpretaciones sean bunísimas, vi mucho tópico (La comunidad) en ese vecindario y fuera de él. Cosas mías.


Amor de verano

Todo es tan maravilloso como podéis ver en el cartel: Italia, sol, arte, fruta madura, bicicletas, baños, caricias… Un guión escrito por James Ivory. Llega un momento en que no te crees tanta maravilla -padres perfectos- pero la disfrutas mucho.
Impagable la recreación de los años ochenta. Bañadores, camisas y camisetas para no perder detalle, Fido Dido incluido.


Un mito

Alberto García-Alix nos cuenta su vida. Como dice, trabaja alrededor de si mismo. Quizás, seguro, en La línea de sombra no revela nada nuevo -hemos visto en sus fotos y vídeos que y quienes le han rodeado- pero no te puedes perder esa manera de contar, esa voz, esas pausas y ese rostro.


Un clásico

Garrel me convenció más que la última vez. Siempre es un placer entrar en su particular mundo de amores y amantes. No pueden faltar las infidelidades y los celos.


Ovación

Para mí y para el resto de la sala repleta era la primera historia del festival. Se recibió a su actriz, Daniela Vega, con mucho afecto antes de la película. Después con pasión y aplausos en pie, como había pasado ya en otros festivales. La película La mujer fantástica no es para tanto pero el momento sí que lo fue.
Merece la pena por esta escena.


viernes, 22 de septiembre de 2017

Empezando

La primera de la tarde es esta historia ya premiada en algunos festivales. A ver...



Zinemaldia

En breve me voy a San Sebastian a ver pelis, entre ellas la de esta gran mujer: Agnes Varda.




miércoles, 17 de mayo de 2017

Crear entre paredes

«La vivienda se va consolidando como máquina de ignorancia o como mecanismo integral de defensa.»       
Mientras volvía a dibujar, tras muchos años de interrupción, buscaba afanosamente imágenes. Uno de mis libros preferidos (citado al comienzo de este texto) para encontrar esas imágenes fue Esferas III de Peter  Sloterdijk. Además de un buen discurso y un lenguaje a veces pomposo está lleno de sugerencias arquitectónicas, ambientales y sobre todo habitables.
Creo que mis dibujos tratan sobre eso, maneras de habitar y maneras de comunicarse o más bien las dificultades de comunicarse. No es que ese sea el tema, solamente, sino que podría decir que el hecho de ponerme a dibujar es una búsqueda de comunicación y también una afirmación.
Afirmación, autoafirmación más bien. Durante un tiempo pensaba que lo único válido era el concepto y el no objeto. Pero yo no trabajo así, el concepto surge del objeto (dibujo), tanto, (o más) como el dibujo surge del concepto. Así que el dibujo es necesario. Si hay dibujo hay objeto, hay mercado, etcétera.  Pues bien, que así sea.  No me voy a cortar.
Por otro lado busco, ya que estoy en ello y soy un clásico (por no decir dinosaurio), que la imagen sea lo suficientemente fuerte como para sostenerse por sí misma y crear significados. No hay fragmentación, hay unidad y composición. Vamos, un clásico total. Pues que así sea. He dejado de pensar en lo que hay que hacer para hacer lo que me apetece.
Acabo de leer Las Olas, de Virginia Woolf, por tercera vez. Creo que es la vez que más la he comprendido  (racionalmente) y a la vez me ha decepcionado un poco, pues he visto sus límites. De todas formas me sigue fascinando la falta de diálogos y la construcción del libro a través de monólogos interiores, como ecos lejanos que chocan contra las paredes de los propios personajes. Hay una fatalidad en cada personaje, un rasgo esencial que lo caracteriza, que lo limita pero que a la vez le ofrece todo un potencial. Creo que esta es mi actitud actual ante, digamos, la creación de imágenes y la imagosfera
Por otro lado este libro y Al faro (que no he releído), está llenos de imágenes; las luces del día que transforman los espacios y objetos hechos por el hombre pero al margen de cualquier presencia humana, o el tiempo que transcurre indiferente a los affaires humanos y a la inmensa soledad que reflejan.
Estos dibujos reivindican la duda, la inseguridad. Hablan de soledad e incomunicación–comunicación y a veces del propio acto de pintar, pero de manera rotunda, espero.
No seguiré escribiendo para no entrar en el terreno de la confesión, no me apetece emular a Louise Bourgeois.
Dentro de 10 años, si continúo dibujando y me piden un texto, posiblemente escriba algo similar.

Santiago García


miércoles, 3 de mayo de 2017

¡Cuide sus pasos!

Peligro de caída es la obra de Asun Montejo para Pisitos en Local.


viernes, 28 de abril de 2017

Vestida de cuerpo entero


Arquitecturas panópticas
El término «panóptico», de origen griego, significa poder verlo todo con un solo golpe de vista.
No hace mucho leí que Jeremy Bentham, filósofo utilitarista del S.XVIII, ideó un proyecto de arquitectura penitenciaria basada en este sistema panóptico que básicamente consistía en una edificación circular en cuyo anillo exterior se colocan las celdas abiertas al interior, mirando hacia una torre de vigilancia situada en el centro del círculo y también al exterior mediante una ventana al fondo.
Desde la torre central, gracias al contra-luz, uno o dos vigilantes observaban (o no) a los presos que, sin  poder ver lo que ocurre en la torre por la oscuridad, procuran una buena actitud en todo caso. No solo se sienten vigilados sino que se vigilan unos a otros desde sus celdas, disociando realmente el hecho de “ver” y “ser visto”.
Se construyeron  varios penales durante dos siglos pero la cosa no quedó ahí y la arquitectura panóptica se aplicó en hospitales, centros educativos, incluso en la planificación urbanística de grandes ciudades.
Interesante es y, a pesar de no tener idea del tema, fue fácil caer en la cuenta de que lo panóptico sigue vigente entre tanta cámara de cajeros, de hacienda, de google, de teléfonos o del entramado de amigos cibernéticos que vigilamos y que vigilan.
Y después de leer, aunque soy más bien de trivializar con lo que no tengo delante, me dieron ganas de ser libre.
Así que me mentí un poco, me desnudé y para que nadie me vea, puse el vestidor. 

Gloria Caamaño



jueves, 27 de abril de 2017

Coreografía

Componiendo. ¡Qué bien trabajan estos chicos!


Mi bañera

Pensó que no debía meterse en el baño, pero el agua estaba tan agradablemente caliente que se metió con una sensación de íntimo bienestar. Olvidó un momento el patio, las plantas muertas, Nardo, los pájaros que no cantaban a una hora en que aturdían. No pensaba en nada, si es posible no pensar en nada. Cerro los ojos. Nada en el mundo era comparable a eso, nada. 
 
Lo mejor de la familia, Silvina Ocampo
 
 

miércoles, 26 de abril de 2017

Ya en la pared de Local

IDEALIDAD: s.f. «característica de lo que no tiene existencia material sino que está en la fantasía».

Llamo así a las piezas como reflejo de las sensaciones fantásticas que nos pueden producir elementos cotidianos que, observados, podemos transformar o colocar en nuestro entorno produciendo sensaciones placenteras. Personales y puntuales. Personales porque la idealidad es producto de los esquemas individuales. Puntuales porque pueden cambiar a lo largo del tiempo dependiendo de la información y de los intereses de cada situación.
  • Un edifico, cuanto más los ajados y rancios, trasformado mentalmente, puede ser nuestra IDEALIDAD.
  • Un catálogo de ilumnación pensado para los rincones de nuestro entorno, puede producir un ambiente que sería una IDEALIDAD.
  • Una habitación de la casa destinada a ser salón, sería una IDEALIDAD si lográramos encajar y combinar en ella los elementos precisos.
José Acevedo


martes, 25 de abril de 2017

Casi a punto


Casas que suman

Esta tarde he acompañado a Alicia a tomar fotos de 3 lugares en los que habitó el tiempo que trabajó de profesora en Salas. Ha sido un placer porque esa zona es preciosa, no me extraña que pensara en quedarse a vivir por allí. Afortunadamente no lo hizo y hoy es vecina de Cimavilla. Y eso lo contará en el proyecto que está acabando para Pisitos en Espacio Local.



echando raíces, Alicia Gómez Camus

20 casas = 1 hogar

El pasado 7 de noviembre cumplí años y estrené la que será mi casa durante los próximos 30. Mi casa número veinte.

He vivido en casa de mis abuelos maternos, en la de mis padres, he compartido piso con amigas, con amigos y también con desconocidos. He vivido sola y en pareja. A veces durante poco tiempo y otras durante algunos años. Han sido muchas casas, muchas vivencias, muchas memorias y aún más desmemorias. MI hogar son todas porque en todas he amado y en todas he sufrido, en todas he disfrutado de mi intimidad y a veces padecido la soledad, en todas me he sentido protegida y a veces atrapada. Veinte casas = un hogar.

Para esta exposición pensé que sería una buena idea recopilar fotografías de esas 20 casas que suman un hogar, ahora que parece que por fin habrá tiempo y espacio para que las raíces puedan crecer más. Algunas las había olvidado, de ninguna tenía fotografías. Gracias a Google maps he vuelto a pasear por mis barrios, por mi pasado y por mi presente, localizando esos lugares que han alimentado mis raíces.



Para «Pisitos»

         No recuerdo muy bien qué sucedía  en  Una casa para siempre, el cuento de Vila-Matas, aunque a mí me quedó tras su lectura cierta sensación de amenaza, como si la decisión de comprar una casa fuera algo irrevocable. Durante meses quedaba en el portal con alguien de la inmobiliaria y subíamos a ver pisos, algunos con los inquilinos dentro. La huella de los cuadros en las paredes, el palimpsesto de empapelados y el frigorífico abierto  me traían de nuevo a la cabeza el título de aquel cuento. La verborrea del vendedor, cantando las excelencias del piso, me molestaba -¿me dejas un rato sola?-. Marcharse él y la casa me habló. El sol de invierno iluminaba un rectángulo del parqué. Tras el cristal, los tejados. En ese instante justo, decidí comprar. Ahora los amigos ríen cuando digo, por experiencia propia, que las casas hablan. Si los vendedores les dejan, claro. 
     Han pasado 17 años desde entonces. Me siguen gustando su luz y los tejados, y ya acuchillé el parqué. A veces, tengo un sueño recurrente en el que parte del techo de la cocina se ha derrumbado y se ha abierto en la sala un enorme socavón, que me obliga a caminar por su perímetro con extremo cuidado. Vienen con inusual rapidez el perito del seguro y los gremios. Los albañiles comienzan a picar una pared de la cocina -esa no- les digo, muy afectada por mis últimas lecturas sobre errores médicos -que da a un dormitorio-. Se desvanece el polvo y descubrimos atónitos, al otro lado del agujero, un cuarto ciego, que no figuraba en el plano del piso. En algunos sueños me despierto, de repente, sin que me haya dado tiempo a decidir nada sobre el nuevo espacio -lleno de posibilidades- dicen y en otros, en cambio, les apremio a que levanten el tabique otra vez  y  lo alicaten de suelo a techo, sin demora. Que renuncie  a 11 metros cuadrados y a una isla en la cocina los desconcierta. Comienzo ya a justificarme, cuando de pronto me despierto y  la realidad me deja con la palabra en la boca. Abro la puerta del dormitorio y me tranquiliza comprobar que el suelo y el techo siguen ahí, firmes. No comprendo esa mirada de estupor de los albañiles. Me gustaría regresar al sueño, mostrarme razonable y pedirles que lo quiero todo bien sellado, aislado, como antes- ni una rendija de luz- sonrío, pero temo regresar  al sueño equivocado. 
       Recuerdo haber leído en un libro de Ferrer Lerín  sobre un estudio de arquitectura, que se hallaba especializado en el diseño, a demanda del cliente, de cuartos recónditos, cámaras secretas que no se registraban en los planos oficiales del edificio. Lejos de extrañarme tal nicho de mercado, desconocido para mí hasta aquel entonces, yo me hacía mil preguntas sobre cómo blindaría la empresa ese secretismo, por el que se barajaba haber pagado altas cifras, nunca confirmadas. Me acordaba de  los constructores de las pirámides, enterrados en vida en alguna película de semana santa de mi infancia e incluso del ingenuo Ícaro, en una enciclopedia  de tercer curso de mi padre, volando hacia el sol con su secreto. Antes se pagaba con la muerte. 
     Quizá haya existido esa demanda desde siempre: una cámara mortuoria, un armario ropero de doble fondo, un cuarto desde el que espiar a los huéspedes, un búnker, un zulo, una habitación del pánico, una habitación propia. A qué viene esa cara pues, cuando digo que la quiero bien sellada, si tengo la certeza de que tarde o temprano llega un intruso y la profana. Ni una rendija, oye.
Irene Miguelena Adot

Piruetas

Santiago García expondrá 12 dibujos que él ha relacionado, entre otros textos, con este poema.

(…) Yo estaba en la terraza luchando con la luna.
Enjambres de ventanas acribillaban un muslo de la noche.
En mis ojos bebían las dulces vacas de los cielos.
Y las brisas de largos remos
golpeaban los ceniceros cristales de Broadway.

La danza de la muerte. Federico García Lorca.




lunes, 24 de abril de 2017

Ficciones

En Dime tu nombre el pie de foto no es descriptivo, sino que es soporte de una ficción que se revela únicamente en el diálogo con la imagen que lo sostiene.
Adoptando la función clásica de anclaje que cumplen en el lenguaje publicitario, los textos, elaborados por Manuel Valls Gordejo para este proyecto, dotan a la imagen de un tejido emocional del que aparentemente carece: frontalidad en los encuadres, objetividad en la representación, tipologías arquitectónicas arquetípicas, convenciones visuales que forman parte del universo icónico del espectador.
Tomadas durante un vaije a Malta, las fotografías de Dime tu nombre giran en torno a la tipografía de las fachadasy los conceptos que expresa visualmente. Nombres propios, evocaciones de lugares. Emociones o deseos ligados a la construcción, literal o metafórica, de un hogar. Tipografías formal mente muy diversas, espejo de las situaciones que reflejan. Letras cuya elocuencia gráfica es el embrión de las ficciones que habitan.

Jesús Portal. 2017.











Yo tengo una casita

«Recreo a través de los dibujos de las casitas la construcción y reconstrucción de las casas en mi vida. Hogares efímeros, incompletos, llenos, vacíos, sin tejado, sin suelo. Una metáfora de este proceso infinito.»
Blanca Prendes lleva 3 piezas a Espacio Local para Pisitos. En la casita más grande se puede ver a través de un código QR un video que representa mi hogar actual. Si lleváis el progrma en vuestro móvil pordréis verlo.



Lo mejor como concepto

José Acevedo buscando ideales.


¿Dónde vives?

la distancia más corta entre dos puntos es el zigzag.
al menos, así sucede cuando eres paseante en la ciudad de Xixón, un auténtico desastre urbanístico que afortunadamente compensa con creces el desaguisado, revelando secretos a voces, cuando se recorren las calles mirando hacia arriba.
la ciudad se convierte, así, en un lugar cambiante, que nunca se termina de conocer, en el que todo puede ser cambiado de lugar.
una ciudad sorpresa que reflexiona sobre el determinismo clasista, de carácter social, con el que, a veces, se juzga a las personas en función del barrio o zona donde habitan, convirtiendo, de forma abstracta, ese espacio de convivencia en seña de identidad positiva o negativa.
quizá, es verdad que una calle son todas las calles y que muchos de nosotros llevemos toda la vida intentando escapar de la calle en la que inocentemente jugamos, ajenos a un mundo que ya nos había marcado para siempre con algún adjetivo, una reflexión sobre la condición de "aclasado" y la sensación de no sentir pertenencia a ninguna clase social establecida, independientemente del lugar que habite. 


Ciudad cambiante, de Toli Morilla.


Pendiente del clima

Vacaciones en casa de mis padres, de Irene Miguelena.


Humedad

La casa de Lutxi no es un piso. Es una casacasa. Colgaremos en las paredes de Espacio Local esta pieza que, nos dice la autora, con la palabra «secado» impresa, pretende ser un augurio como lo es algún nombre. Ojalá de esta manera las capilaridades (os contaré porque las llamamos siempre así) de su casa desaparezcan.


Lo cotidiano en blanco y negro

Carmen García va a exponer  en Pisitos estas 2 fotografías.


Limpieza

Aquí se detiene el tiempo
No siento dolor
No siento cansancio
No siento nada
Se ha detenido el tiempo
Un fluir de agua fría recorre mi cuerpo y me recuerda donde estoy
Aquí, en mi casa
Mi refugio
Mi tormento
Mi realidad
Esa, mi casa
La que me cansa
La que me agota
Y que solo de vez en cuando me da un respiro
Ahí, solo ahí, dónde solo por un momento se detiene el tiempo.

Carmen García





Esos suelos

«Los suelos de la casa de mi infancia tenían la misma geometría que estas baldosas. Me gustaba mirarlas y jugar con la profundidad de los cubos, me parecía curioso cómo en una superficie plana, un mismo cubo pudiera verse de tres maneras distintas.
Ese recuerdo infantil me inspiró en este trabajo.»


Con estas palabaras  recibimos la obra de Luisa Colado.


En su espacio

La pieza de Ruma Barbero para la exposición Pisitos se titula Rumaus porque es un «homenaxe a Art Spiegelman».



Reunirse

Hace ya unos cuantos años, 20, fuimos en Madrid a una muestra titulada La casa, su idea. Ángeles, Santi (de quien es la imagen del cartel), Lutxi y yo lo recordamos de vez en cuando, aunque no sé si fuimos todos juntos o no. Seguro que miramos las obras con bastante atención, nos reímos, charlamos y nos montamos en el metro con destino a otro espacio lleno de arte por descubrir. Supongo, nos solía pasar, que nos pasamos algunas paradas y tuvimos que retroceder no porque estuvieramos hablando de Florentino Díaz o Eva Lootz sino porque teníamos que contarnos mil y una hazañas cotidianas. Nuestros encuentros en la capital eran un poco locura. Queríamos ver y comentar todo pero por encima de todo queríamos reunirnos. Así que olvidamos muchas exposiciones de aquellas que creíamos inolvidables. Esta, quizás por el tema y porque conservamos el catálogo, no.
He leído hace poco que Emily Dickinson escribía sus poemas en papeles recortados en forma de casa. Lo cuento mientras pienso que sabéis a qué me refiero. Porque aunque los castillos, los iglús y las cavernas también lo sean, tenemos interiorizada esa forma trapezoidal que usaba la poeta. Con 3 o 4 años ya se dibuja ese estereotipo. ¡Representa tantas vivencias que todos queremos decir algo y hablar de nuestra casa! Y también de los espacios abandonados, de los ocupados… anécdotas tristes, curiosas, alegres y, a veces, casi increíbles (podéis preguntar a Lutxi).
Los hoteles, casi siempre modestos, han sido poco frecuentes en nuestras vidas si comparamos con la cantidad de noches pasadas en casas de amigos o conocidos. Ahora, hace unos años ya, con Bnb, también de desconocidos. Hemos compartido pisos con personas asuntes, presentes por sus enseres, o no, muy diferentes. Personalizamos más de 15 o 20 veces paredes, llenamos estanterías, cambiamos la cama buscando la luz para sentirnos como en casa en nuestra habitación. Llevamos ciertos objetos, dejamos atrás  muchos otros. En algunas fotos de papel de tiempos pasados aparecen lámparas, carteles o libros que no hemos abandonado. Dejamos huellas en algunos espacios, no solo en los que fueron nuestros por un tiempo, pero también recogemos las de otros lugares. Tengo pequeños trozos de vidrio de una fábrica de la que nunca llegue a oír la sirena o de una discoteca que hace no tanto, o eso nos parece, ofrecía gustosa su bola de espejos como cielo. Además de admirar el vacío con rastros de momentos vividos pasas a imaginar que haría allí nuestro admirado Gordon Matta-Clark. Entran ganas de tirar paredes o agujerear el suelo para espiar a la vecina, como en la película taiwanesa The Hole. Pero eso de las chapuzas, las obras de construcción o mejora, casi mejor dejarlo. Tema peliagudo. De mometo vamos a intentar sentirnos a gusto encontrándonos en Espacio Local, sintiendo la protección del hogar en una sala que nos invita a habitarla.





lunes, 6 de febrero de 2017