Estos días a menudo echo de menos una hormigonera (concretera para los cubanos, siempre tengo presente a Omar, profesor de litografía en el CIEC, que me lo decía) para hacer la masa que debo meter entre las piedras de casa. Solo voy a hacer algunos trozos del muro exterior, el interior mejor lo dejo para profesionales. Como voy aprendiendo poco a poco, error tras error, me fijo a todas horas en las paredes de pueblo y en las de ciudad. Si está por fuera o muy hundida la argamasa, su color, densidad, dureza… Bueno, antes también me fijaba. Ahora más.
Leo que Patricia Esquivias trabaja con los esgrafiados y otros elementos decorativos de la arquitectura. No tengo intención (quisiera pero…) de ir a ver su exposición en el CA2M así que le pregunto a Santihago, que estuvo el domingo pasado. Como yo ya suponía, le ha gustado mucho. Aunque acabemos -menuda utopía- la obra en Guinicio, el discurso de esta artista me seguirá interesando. Espero que tenga éxito y que podamos ver sus trabajos en más espacios expositivos en el futuro.
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