La compañera de pasillos de Carmen, Covi, bromeaba el jueves pasado diciéndome que era la única vez que había adivinado algo.
Parece que Lalutxi se ha curado y puede salir de sí misma (aunque su casa aún le da quebraderos de cabeza en forma de filtraciones).
Esta mujer-casita que os enseño está en el recibidor de Noemí, y es un regalo de su vecina y amiga: Meritxell Durán.
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