Cuando voy a Madrid casi siempre me quedo, me instalo, en casa de mi gran amigo Santi. Allí estoy muy a gusto. Siempre me dejo algo (como si tuviera que usar ese viejo truco para volver).
Julio me recibe maravillosamente, con un cariño muy expresivo y atenciones tan infinitas que a menudo le tengo que frenar. Cocina bien y se empeña, en plan progenitor, en que comas más y más. Saluda a todo el barrio. Me enseña los nuevos bares. Cuenta historias de la gente que vive cerca y también de algunas personas con las que trata en su trabajo. Usa unas expresiones que aquí no conocemos, es colombiano. A Santi y mí nos entra la risa, le decimos que las repita. ¡Son tan gráficas! Hay que apuntarlas o, como hice el domingo, compartirlas con Lutxi rápidamente con un mensaje de voz. Así las recordaremos y le pediremos que las saque de nuevo en su discurso con esa característica y cálida gracia habitual en él.
En esta foto, hecha por Dani hace casi un año, está acompañado de otro grande: Juanma. Espero ver sus sonrisas de nuevo en breve. Son poderosas razones para volver a Arco.
1 comentario:
!Muchos besos de parte de los dos!
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