miércoles, 11 de mayo de 2016

Silencio

La verdad es que Almodóvar consiguió contenerse (según dicen los diversos artículos de promoción esa era su intención) en Julieta, pero no se si ha sido para bien o para mal. Mi amiga Lucía decía la semana pasada, cuando ambas vimos la película al tiempo pero en diferentes ciudades, que era sosa, sosa, sosa. Para ella solo se salvaba Rossy de Palma. Yo la verdad es que no puedo con la pareja de tortolitos. Ni en el tren ni en esa preciosa cocina con vistas veo la más mínima química. No entiendo a qué viene el contar a la hija todo el encuentro entre los padres porque la hija ya lo sabe. ¿Por qué se pone a escribir como si nos fuera a desentrañar un misterio que no existe? No tengo ganas ni siquiera de leer más críticas. Ya veo que a Martín Garzo le ha llegado. A mi amigo Luis le gustó también, al menos relativamente. Discutiremos sobre ello cuando nos veamos. Él cree que a mí se me cruzó desde el principio pero no es verdad, casi lo que más me creí fue el final. No sé muy bien la razón, no sentí la culpa de la protagonista en ningún momento.
Durante toda la proyección estuve entretenida, claro. La composición de los planos está tan cuidada… El uso escenográfico del color me volvió a parecer impecable. La tela roja moviéndose al comenzar la película me encantó.


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