Anoche Sol me preguntaba por el libro que me dejó Irene y que ya acabé: Las cosas que perdimos en el fuego. Como a Lutxi, como a Gustavo, como a mí, le había llamado la atención el título. También la cubierta. Esa rubia no es del todo humana. ¿O sí? ¿Qué vemos en la mujer de Aleksandra Waliszewska que tan cómoda se siente en ese escenario propio de Magritte?
En La Tasquita, acompañada de un rioja y morcilla con tomate (¡qué ricos pintxos pone Iñaki!), yo le contaba a Sol el comienzo del cuento, el último en el libro, que da título a la recopilación. Aunque el ambiente no era muy propicio y seguro que yo tampoco me lucí mucho, le pareció interesante, así que quiere leerlo. Para mí lo importante no son los argumentos, más o menos de terror -que no me entra mucho-, sino todo lo que se mueve alrededor. Y cómo lo cuenta, claro. Recomendable.
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lunes, 23 de mayo de 2016
jueves, 12 de mayo de 2016
Ñoñería no, gracias
Todo el mundo se pregunta cómo pudo pasar desapercibida en vida una escritora de la calidad de Lucia Berlin. El caso es que ahora podemos disfrutar de su obra. Irene, este descubrimiento no me parece, una vez más, producto de una campaña publicitaria de las editoriales. Sí, nos puede gustar lo que gusta a todo el mundo.
Un placer agridulce, aviso.
Un placer agridulce, aviso.
martes, 15 de marzo de 2016
lunes, 14 de marzo de 2016
miércoles, 27 de enero de 2016
Padre e hijo
Quedé con Txutxi para ver la exposición de Juan Girald. Era tarde, no nos encontrábamos… Acudimos medio enfadados (suele pasarnos) cada uno por su lado. Nada más entrar en la primera sala me daba igual todo lo anterior. Estaba fascinada. Hacía tiempo que no me había gustado así una pintura. Enseguida hice fotos y escribí a Irene. Me contestó: Ahora tienes que leer el libro de su hijo. Ella me lo había prestado unos días antes y yo ya lo había leído. Se lo dije. Llegó Txutxi. Nos pusimos a comparar las pinceladas con las de Uslé, las tonalidades elegantes y las composiciones con algunas de Diego Lara (los colages del final de la exposición), los gestos rápidos con los de Guston… Yo pensaba también en Juan Ugalde, no lo dije porque ya estaba bien, parecía que con tanta comparación quitábamos mérito a las obras. Txutxi se quejaba de algunos textos rompiendo el misterio del cuadro. La muestra es corta pero la disfrutamos a fondo. Salimos casi corriendo y con sed colgados del teléfono. Teníamos que ir al concierto, no uno cualquiera, el de nuestras chicas (Lutxi y Santi nunca las habían visto sobre el escenario) del coro Al altu la lleva.
A los dos días volví al museo, tenía que repetir la visita. Pensé en lo que había leído en Tiempo de vida. Busqué en las paredes el reflejo de las palabras de Marcos Girald Torrente: historias sobre los vaivenes de su relación en la infancia y adolescencia, sobre las visitas al estudio, sobre las etapas y la evolución que el observa en la obra de su padre. Fantaseé con encontrar la enfermedad y la muerte pero no pasó. Me inventé relaciones personales, íntimas, entre la señora del bastón decorado, que se detuvo tanto como yo en la contemplación detenida de la exposición, y el pintor. Observé a cada visitante. Me fuí con ganas de aprender a captar y trasmitir ese equilibrio, esa elegancia innata.
A los dos días volví al museo, tenía que repetir la visita. Pensé en lo que había leído en Tiempo de vida. Busqué en las paredes el reflejo de las palabras de Marcos Girald Torrente: historias sobre los vaivenes de su relación en la infancia y adolescencia, sobre las visitas al estudio, sobre las etapas y la evolución que el observa en la obra de su padre. Fantaseé con encontrar la enfermedad y la muerte pero no pasó. Me inventé relaciones personales, íntimas, entre la señora del bastón decorado, que se detuvo tanto como yo en la contemplación detenida de la exposición, y el pintor. Observé a cada visitante. Me fuí con ganas de aprender a captar y trasmitir ese equilibrio, esa elegancia innata.
jueves, 27 de agosto de 2015
Locuras de cine
El mes pasado Gloria y yo tuvimos la suerte de toparnos con Numax en Santiago de Compostela. Parecía solo una librería, resultó ser un cine. Pasamos un rato entre sus paredes decoradas con carteles, como el de Los Hongos p. ej., aunque no accedimos a la sala donde proyectan, habíamos quedado y nos faltaba tiempo. Salimos con compra (tienen libros que no es habitual encontrar en cualquier sitio) y, sobre todo, con mucha envidia. Les deseamos mucha suerte a estos valientes.
Nos gustaría tener algo así en Xixón, sería un sueño. ¿Alguien se anima?
Nos gustaría tener algo así en Xixón, sería un sueño. ¿Alguien se anima?
martes, 19 de mayo de 2015
En los años 50
Revolutionary Road no me ha impresionado tanto como mi primera lectura de Yates, pero está muy bien. Ahora a ver qué tal la película. En principio los protagonistas me parecen demasiado guapos, no sé… yo no los imaginé así mientras leía.
Reconozco que sospecho que ya no me llenarán tanto pero de todos modos voy a coger los cuentos de este mismo autor que, creo recordar, también, como los anteriores, están en la biblioteca Jovellanos.
Gracias a Dan por la taza.
Reconozco que sospecho que ya no me llenarán tanto pero de todos modos voy a coger los cuentos de este mismo autor que, creo recordar, también, como los anteriores, están en la biblioteca Jovellanos.
Gracias a Dan por la taza.
lunes, 4 de mayo de 2015
Desolación
Mi lectura de ayer tarde en el tren: magistral. Como dicen en este artículo: «Si estás deprimido no lo leas». Si no es obligatorio. En parte me trasmitió esa tristeza de la que habla Lutxi cuando se refiere a Mad Men (dijo que pasaba de ver series para sufrir) y me recordó a la joven protagonista de la serie televisiva, Peggy. También he pensado hoy en Brooklyn, de Toibin. Supongo que por la ciudad de N.Y. y por la visión femenina del trabajo a mediados del siglo pasado.
Aunque me encantaba el estilo seco e incisivo del librito, se me hizo duro además porque en los vagones hacía frío, se veía el cielo gris allá por donde pasábamos y el pasaje en general protestaba (problemas en el viaje, afortunadamente fueron anteriores a la parada en Miranda) por la falta de cafetería y, como siempre, de explicaciones. Poco a poco fui entrando en calor (además nos dieron un bocata, que entretiene un poco) pero el relato cada vez era más duro.
Gracias a Susana que me habló de este autor.
Aunque me encantaba el estilo seco e incisivo del librito, se me hizo duro además porque en los vagones hacía frío, se veía el cielo gris allá por donde pasábamos y el pasaje en general protestaba (problemas en el viaje, afortunadamente fueron anteriores a la parada en Miranda) por la falta de cafetería y, como siempre, de explicaciones. Poco a poco fui entrando en calor (además nos dieron un bocata, que entretiene un poco) pero el relato cada vez era más duro.
Gracias a Susana que me habló de este autor.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Amargura atractiva
He disfrutado viendo la serie interpretada por Frances MacDormand. Y ahora siento curiosidad por el libro y su autora. Como parece que Irene lo va leer… estoy esperando su casi segura recomendación.
miércoles, 1 de octubre de 2014
A vueltas con Bolaño
Esta vez porque casualmente, como nos suele pasar cuando navegamos en Internet, he encontrado más textos sobre él y su obra en El pez volador. Y porque enseñé a Sergio hace dos días esta foto que hice de este lugar mítico y decisivo en su biografía.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Limpieza
A veces tanta economía me ha llevado a echar de menos vida en los miembros de esta familia. A veces me parecía un simple folletín que me tenía enganchadísima. Mi ansiosa lectura no ha sido limpia. Reconozco que buscaba con entusiasmo llegar a algo especial. Buscaba la tranquilidad que me produjo Tierra desacostumbrada. Tenía más misterio o magia o lo qué sea que muchas veces tienen para mi los cuentos.
viernes, 19 de septiembre de 2014
Arte conceptual
Me hubiera comprado todos, o al menos unos cuantos más, los libritos de la editorial Alias. En mi cabezota no entra tanto discurso y en mi maleta tampoco. ¡Pero los recomiendo!
Este, con una cita muy acertada sobre la traducción, me ha recordado la conversación sobre el tema con Miguel entre baile y baile.
Este, con una cita muy acertada sobre la traducción, me ha recordado la conversación sobre el tema con Miguel entre baile y baile.
miércoles, 11 de junio de 2014
Lecturas en tirantes
Acabo NW London (lástima, el original tiene una cubierta mucho más chula, con más sabor) de Zadie Smith envuelta en pensamientos sobre el poder, el color, la mezcla, la mentira… Me hago cargo de que vivo en una isla bastante más isla que Reino Unido, de donde Natalia volvió asustada por el racismo hacia los europeos. Me pregunto sobre nuestros complejos con los vecinos. ¿Qué nos pasa con Portugal? Mientras, admiro imágenes de Juliâo Sarmento. Él dice que no nos miramos. Tiene razón.
jueves, 15 de mayo de 2014
A vueltas con la ausencia
En parte por lo que me ha escrito Lutxi sobre la ropa de la gente muerta y en parte porque estoy leyendo Agosto, octubre de Andrés Barba, he pensado en los ataúdes de Yoko Ono.
sábado, 26 de abril de 2014
Novias
Ayer Ali, Bea (nos llevó) y yo acompañamos a Susana a Fabrica Mieres. Daba una conferencia basada en su libro Mujeres de ojos rojos. En una de las obras que comentó, Bridal Staircase, de la Womanhouse, el velo de la novia desciende por la escalera hasta entrar en la despensa (lo que la espera es el mundo de la limpieza). En el turno de preguntas surgió el tema de los hombres como víctimas del rol de valientes, ambiciosos, fuertes, etc. que hay asociado a su masculinidad. Se mencionó a Mike Kelley (desde luego él estaba en contra de los valores obligatoriamente establecidos por la sociedad) y a Bruce Nauman como artistas preocupados en esas cuestiones. Yo pensaba en algunos nombres más cercanos, como Miralda y sus obras con soldaditos de plástico. Quizá puedan parecer evidentes, pero también eran tempranas y, además él siempre ha defendido el arte de masas. Aquí va un ejemplo, Caja de novia, también con velo, de 1969.
martes, 1 de abril de 2014
Supervivientes curiosos
Según David Leavitt -ese escritor que me convencía hace tiempo con sus títulos y con una especie de autorretrato- para los protagonistas de las historias de Alice Munro «los mitos sobre el matrimonio, el sexo o los coches, todavía persisten o se van erosionado fuera de la cada vez mayor influencia de la ciudad. Su narrativa está guiada por la intensa necesidad de sus personajes y narradores de comprender esas erosiones y progresos».
Solo he leído estos relatos, pero voy a por más.
Solo he leído estos relatos, pero voy a por más.
miércoles, 12 de febrero de 2014
¡Cómo lo disfruto!
Leer a este chileno es uno de los placeres, leves, de mi vida. ¡Pero ya (de momento) se acabó! A ver si Susana disfruta estos relatos como yo. Me gusta además que digan palabras bonitas de él y que tenga éxito. ¡Y qué bien titula!
martes, 28 de enero de 2014
¡Qué frío!
Hoy me toca acabar (es una novela corta y sobria) el libro «La buena letra», novela corta y sobria. Nada más. No hay quien salga de casa.
He vuelto de Avilés y casi me he convertido en esta ilustración de Kanae Sato. Es que el viento mueve mis ventanas y da un poco de miedito.
He vuelto de Avilés y casi me he convertido en esta ilustración de Kanae Sato. Es que el viento mueve mis ventanas y da un poco de miedito.
viernes, 10 de enero de 2014
jueves, 19 de diciembre de 2013
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