domingo, 24 de enero de 2010

Para Ester y para su madre

(…) Los que nacimos en los últimos años cincuenta y nos enamoramos de la música rock en los primeros setenta tenemos una complicada relación con los solos. Recuerdo estar viendo a Grand Funk Railroad tocar en Hyde Park e intentar, con lo que en el recuerdo se me aparece como una buena voluntad que parte el corazón, disfrutar, apreciar o entender aquel solo de batería de veinte minutos; un par de años después, más viejo y más sabio y ya casi al final de la adolescencia y con una armazón mental prepunk y antiautobombo, me largué del show de Led Zeppelin en Earl´s Court durante una interminable extravagancia de John Paul Jones con su teclado, me fui a un pub del barrio a tomar una cerveza y echar una partida de billar y volví justo a tiempo de pillar el final de la entrada de Jimmy Page con el arco de violín, perdiéndome así completamente "Mobi Dick" (La de la Batería). No lo lamento. (No sólo no lo lamento, sino que incluso, ahora que lo pienso, aquella noche aprendí una de las lecciones más útiles de la vida, uno de los pocos consejos reales que tengo para ofrecer a las generaciones jóvenes: ¡ESTÁ PERMITIDO MARCHARSE! Todavía recuerdo la sensación aturdida de liberación que tuve cuando me metí en aquel pub; y si no me hubiera marchado del concierto de Zeppelin entonces, ¿quién sabe cuándo hubiera llegado a darme cuenta de que eso era posible? Oh, sabía que gente que se marchaba porque estaba ofendida. Pero no sabía que estaba permitido irte si simplemente te aburrías un poco. Desde aquella noche he saboreado ese alivio cientos de veces: me he marchado de películas, espectáculos y , por supuesto, del teatro. Si te sientas junto a mí en el primer acto de una obra de teatro y mi continuo movimiento te molesta, no te preocupes: no volveré después del descanso. (…)



2 comentarios:

Irene Blanco dijo...

Qué bueno empezar un lunes lluvioso con un poema sorpresa!!
Un beso, muchos sueños y muchos recuerdos...

el maletero dijo...

Otro besín para tí.
En Xixón no llueve, de momento.