Cuando leí en los mupis de Gijón esta frase encima de la pequeña iglesia blanca, me encantó esta manera de vendernos la obra de William Christenberry. Aunque ya vi ayer la exposición (que ha pasado antes por Granada y Madrid), creo que asistiré a una de las explicaciones de las visitas guiadas gratuitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario