El título lo dice todo. Al salir de la película Laure y yo nos preguntábamos hasta que punto aquí ya estamos así de refalfiaos. A mi lado, en el Zorrilla, dos mujeres decían al acabar la proyección que la vida no era así, que hay esperanza. ¡Eso quiero creer!
Esta imagen, aunque es la menos gris de la película, es la más triste.
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