Las etiquetas confieren una elegancia al acto de beber vino que a veces nos lleva a comprar una botella por su imagen. Ayer, perdida entre los condes y duques de los Rioja (intento comprar siempre Rioja), me di la vuelta y me puse a mirar vinos de otras comunidades. Y me llevé a casa de Javi esta monada de botella extremeña.
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