"La gente sana rehúye el trato con la gente enferma. Esta regla es aplicable a casi todo el mundo. Hans Reiter era una excepción. No les temía a los sanos ni tampoco a los enfermos. No se aburría nunca. Era servicial y tenía en alta estima la noción, esa noción tan vaga, tan maleable, tan desfigurada, de la amistad. Los enfermos, por lo demás, siempre son más interesantes que los sanos. Las palabras de los enfermos, incluso de aquellos que sólo son capaces de balbucear, siempre son más importantes que las palabras de los sanos. Por lo demás, toda persona sana es una futura persona enferma. La noción del tiempo, ah, la noción del tiempo de los enfermos, que tesoro escondido en una cueva en el desierto. Los enfermos, por lo demás, muerden de verdad, mientras que las personas sanas hacen como que muerden pero en realidad sólo mastican aire. Por lo demás, por lo demás, por lo demás."
4 comentarios:
Ya tengo ganas de leerlo, sólo con esta cita merece la pena
...es que bolaño...y los enfermos...tela pa cortar!!!
alicia
Creo que ahora voy a leer alguna de las novelas de Bolaño que no recuerdo o que no he leído. Ahora entiendo que Susana volviera a leer 2666.
Nunca he leido leído nada de él, pero tras leer esto tendré que hacerlo pronto.
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