Yo conocí siendo niña, la suerte de estar revuelta sobre una bici color rosa, en mil noches sin fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía soñando mil estrellas. ¡Alegrías de toda una vida que no costaban ni una moneda Pegasos, lindos pegasos, ¿existen los caballitos de madera?
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Yo conocí siendo niña,
la suerte de estar revuelta
sobre una bici color rosa,
en mil noches sin fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
soñando mil estrellas.
¡Alegrías de toda una vida
que no costaban ni una moneda
Pegasos, lindos pegasos,
¿existen los caballitos de madera?
yolanda moreno y antonio machado
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