Esta ilustración-de la que cuenta la leyenda que durante un viaje en tren el autor se propuso entretener a sus nietos inventando un cuento, para lo que utilizó trocitos de papel de colores como personajes-es la
historia de Pequeño Azul y Pequeño Amarillo, de
Leo Lionni. Nos sirve, como a
Amnistia Internacional, para recordar que las injusticias andan sueltas y esta organización
lucha límpiamente (¡que se sepa!) por acabar con ellas.
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